Si hay algo que es relativo, es la belleza. Hablar de belleza es hablar de actitud y, por lo tanto, está totalmente relacionado con cómo te ves a ti mismo. Creo que la belleza no es ni debe ser un valor, quererse a uno mismo es exaltar lo que a uno le gusta. Nadie te puede validar, cualquier persona es bella si se siente bella.
Dicen de ella que es una de las mejores dentistas estéticas del mundo, a lo que responde de manera humilde, “¿la mejor para quién? ¿para ti?” evitando así todo tipo de etiquetas o menosprecio a otros profesionales. Sandra García Martín es de esas personas, que deconstruyen el concepto de belleza, para construir un mundo mejor a través de una sola sonrisa, de la suya y de la tuya.
*Esta entrevista está inspirada en el pensamiento del filósofo Byung-Chul Han (La salvación de lo bello y la sociedad del cansancio)
¿Quién eres?
Soy un ser, humano, en fase de construcción. Alguien que siempre quiere aprender y dar la mejor versión de sí misma para mí y para los demás.
Es bonita tu profesión, una artista o artesana de sonrisas. ¿Qué te aporta esta parcela de tu vida?
Me aporta gratitud. Me siento muy agradecida de poder ayudar a que una persona sonría abiertamente y poder contribuir a su carta de presentación física.
Hay otra parte de mi trabajo que me genera una gran felicidad: la parte social. El poder ayudar a sonreir a una persona que lo necesita es, para mí, de un valor incalculable.
“Sin herida no hay poesía ni arte” y una artista como tú ¿qué tal te llevas con las piedras del camino?
Fíjate que yo no veo las piedras, veo oportunidades y etapas. Casi nunca veo la altura de la montaña, ni me planteo lo obstáculos, que, por supuesto los he tenido, visualizo siempre las posibilidades de logro. Si hubiese visto las piedras en el camino, no hubiese hecho ni la mitad de las cosas que he hecho, como irme a Nueva York o a Londres sin conocer absolutamente a nadie. Me tiro a la piscina sin saber si hay agua.
“La salvación de lo bello es la salvación de lo distinto.” Miro en redes sociales y a mis todas las sonrisas me parecen iguales, la mayor parte de ellas me parecen tristes. ¿Qué te inspira del ser humano a la hora de diseñarle una sonrisa?
Una sonrisa es única, como cada ser humano. Lo que me inspira es la propia personalidad. No hay una cara igual a otra, cada sonrisa es irrepetible.
Me gusta la imperfección en la perfección. Existen particularidades en los dientes de una persona, pequeñas “imperfecciones”, que hacen de su sonrisa, una sonrisa única. Antes de tratar a un paciente, primero les hago una entrevista. Para mí esta parte es muy importante, porque empiezo a conocerlos y es en esta conversación donde decido si los puedo ayudar o no. Nunca hago una primera evaluación en un sillón dental.
La belleza, para mí, reside en el corazón
“Lo que genera la adicción al selfie no es un auto-enamoramiento o una vanidad narcisista, sino un vacío interior.” Para ti ¿dónde reside la belleza?
Para mí la belleza reside en todas partes. A mí me conquista, por supuesto, la inteligencia, pero también la capacidad empática de un ser humano. La belleza, para mí, reside en el corazón.
«Una identidad personal basada en resultar sexualmente deseable es un producto del capitalismo de consumo. La cultura de consumo somete cada vez más la belleza al esquema de estímulo y excitación.” para ti ¿Dónde está la sonrisa perfecta?
La sonrisa perfecta la encuentro en los ojos.
Colaboras activamente con la Fundación Glogood, una fundación que proporciona servicios dentales y educación a comunidades desprotegidas. Me gustaría que la gente conociera más la labor que hacen…
He colaborado desde hace muchos años con diferentes ONGS.
Gloggod la fundó Lenny Kravitz. Lenny se compró una casa en la isla de Eleuthera, Bahamas y se dio cuenta de que aquella sociedad tenía grandes problemas y carencias. La gente tiene la percepción de que Bahamas es rica, pero un alto porcentaje de las islas son muy pobres.
Fue entonces cuando invitó a mi mentor, el doctor Levine, a valorar los problemas que había de salud dental y fuimos a visitarla. Hasta que no estuvimos allí no podíamos imaginar que el problema fuera tan grave. Así que así empezamos, ayudamos a esa isla y a otras de alrededor, porque la gente coge barcos para venir a vernos.
Nuestra intención no era solo atajar el problema a base de “quitar dientes”, sino crear un proyecto de educación donde enseñemos una cultura de la salud bucodental. Llevamos ya 7 misiones y creo que hemos tenido una evolución muy grande y positiva.
Creo que, a fecha de hoy, hemos logrado un desarrollo bastante sostenible, aunque mi sueño es que las universidades americanas se involucraran con este proyecto y formaran programas de estudiantes dentales y colaboraran mensualmente, creando un impacto educacional en estas comunidades.
«El consumo destruye lo otro. Lo bello artístico es una resistencia contra el consumo.” El planeta agoniza, entre tanto consumo desmedido e irresponsable ¿en qué crees que nos hemos equivocado los seres humanos?
En no aprender de los errores.
Pensé que con la pandemia habíamos aprendido del pasado, en cuanto a la generación de plásticos o la fabricación low cost y que íbamos a seguir adelante y hacia arriba. Todo el mundo estaba dispuesto al cambio, pero no sé si fue el miedo, pero empezamos a ir hacia atrás, nuevamente a un consumo irresponsable.
¿Y a ti qué te quita la sonrisa?
Las injusticias sociales.
El abuso, el maltrato a cualquier ser vivo que esté indefenso, como a un niño o a un perro. Las injusticias me afectan tanto física como psicológicamente.
Una entrevista de Ana Quintana