En el año 2010 aumentó un 500 por cien la producción de plástico en comparación a la producción de la década de los años 80, creando más de 275 millones de toneladas de basura plástica, que terminó representando el 90 por ciento de la contaminación oceánica.
En la actualidad ha quedado bastante claro que la tierra está llegando a un punto crítico en el que tenemos que hacer todo lo posible para reducir la contaminación medioambiental y encontrar de forma rápida una solución al problema del plástico.
Algunos expertos creen que esto durará hasta que se acabe el combustible fósil, entonces se agotará la producción de plástico, obligando a los países que aún produjeran a dejar de hacerlo. Sin embargo esto no significaría la desaparición del plástico de la tierra, gracias a que el tiempo de degradación de dichos polímeros es muy lento, estamos inundados de microplásticos.
Una vida sin plásticos
Hoy en día hay muchas organizaciones y gobiernos que fomentan un estilo de vida no contaminantes en los que no se utilicen plásticos, especialmente aquellos plásticos que son de un solo uso.
Hay muchos objetos que pueden reemplazar al plástico en nuestra vida cotidiana, como es el caso de la cerámica, el papel, el cristal, el metal e incluso la piedra, sin embargo esto aún no es una tarea sencilla gracias a que en la mayoría de las tiendas y la mayoría de productos que compramos encontramos plástico de una forma u otra.
Otra desventaja es que llevar una vida libre de plásticos es en este momento caro y complicado, aunque creemos que vale la pena hacerlo.
Actualmente se producen polímeros biodegradables, la desventaja de esto es que no se resuelve el problema del origen petroquímico, ya que seguimos utilizando una fuente que no es renovable, pero debemos tener en cuenta que también se están consiguiendo avances muy considerables en cuanto a la fabricación de bioplásticos utilizando materiales como la celulosa y el almidón.
Aunque se dejara de producir plástico, aún quedarían millones de toneladas de plástico por eliminar. Es por eso que muchos científicos han comenzado a interesarse en la biotecnología, es decir usar microorganismos que puedan degradar o consumir el plástico.
Se ha descubierto que existen ciertos hongos y microbios que pueden digerir el plástico de forma natural, pero el problema de la biodegradación de los plásticos, es que se requieren condiciones especiales como la luz ultravioleta o temperaturas elevadas.
Así que ya sabes, consume responsable y sobre todo plástico cero.