Nacho Dean es naturalista, aventurero profesional y divulgador. La primera persona en haber dado la vuelta al mundo caminando y unir nadando los 5 continentes.
- De 2013 a 2016 dio la vuelta al mundo caminando, una expedición que le llevó a recorrer 4 continentes, 31 países y 33.000 kilómetros a pie para documentar el cambio climático.
- Entre 2018 y 2019 completaba la Expedición Nemo, desafío que le ha llevado a unir nadando los 5 continentes para lanzar un mensaje de conservación de los océanos.
Autor de 2 libros: LIBRE Y SALVAJE (Ed. Planeta 2017) y LA LLAMADA DEL OCÉANO (Ed. Planeta 2020).
Finalista Discovery Awards 2014 / Nominado a los Premios Princesa de Asturias en la categoría de la Concordia 2015 / Medalla de la Ciudad de Málaga 2016 / Premio Talentia a la Cultura y el Deporte 2019.
Esperamos que disfrutes tanto como nosotros con esta entrevista.
La comunidad científica lleva años advirtiéndonos de los desastres que ocurrirán como consecuencia del cambio climático. Cada vez es más frecuente y quizás más intenso fenómenos como las sequías debido al aumento de las temperaturas. ¿Crees que estamos perdiendo la lucha frente al cambio climático?
Absolutamente, de hecho, no lo llamaría cambio climático sino emergencia climática. El clima ha cambiado siempre a lo largo de la historia pero en la actualidad, como consecuencia de la actividad humana, lo está haciendo de un modo acelerado, en un período de tiempo muy breve y con consecuencias devastadoras para la vida en el planeta. Según informes científicos de las Naciones Unidas y organizaciones medioambientales como WWF, en los últimos 50 años hemos perdido el 60% de la biodiversidad mundial.
Esta pérdida de biodiversidad, junto con el calentamiento global y los elevados niveles de contaminación, son los grandes daños que le estamos infligiendo al planeta, y se están traduciendo en fenómenos como el derretimiento de los polos y glaciares, la acidificación de los océanos, la deforestación y degradación de los suelos, aumento de las temperaturas y períodos de sequía cada vez más largos…Si no somos capaces de reaccionar, complicado dada la mentalidad cortoplacista y la evolución de los acontecimientos (estamos dejando pasar la valiosa oportunidad que nos brinda la crisis del coronavirus para replantearnos nuestros objetivos y corregir el rumbo que llevamos como sociedad), me temo que nos veremos abocados a una catástrofe.
La conservación de la naturaleza atañe a todos los sectores de la sociedad: individuos, empresas y gobiernos. Una acción aislada no sirve de nada, una acción global y conjunta es necesaria, y pasa necesariamente por un cambio de conciencia. La educación, la investigación y la legislación son pilares claves para el cambio. A pesar del panorama, mantengo la esperanza y tengo fe en el ser humano.
Dar la vuelta al mundo a pie, no habrá sido todo un camino de rosas. Cuando el miedo llega ¿Es todo instinto de supervivencia? ¿Cómo lo afrontas?
A lo largo de la vuelta al mundo caminando he vivido momentos dramáticos, como presenciar un atentado terrorista, sufrir asaltos con machetes, contraer la fiebre chikungunya, dormir en bosques con osos…En esos momentos tan al límite en los que está en juego la integridad física reacciona tu instinto de supervivencia pero, hasta que ese momento llega y precisamente para dominar el miedo, tratas de anticiparte a los acontecimientos planificando al máximo y controlar el mayor número de variables: el itinerario a seguir, avisar a las embajadas, encontrar un lugar seguro donde dormir antes de que se haga de noche, ponerte las vacunas, estudiar los ecosistemas que vas a recorrer, investigar las culturas y la situación política y económica de cada país…
El miedo es algo natural, inherente a nuestra condición animal, que nos alerta, nos protege de los peligros y nos hace seguir vivos. Lo que no podemos permitir es que nos paralice y nos impida luchar por nuestros sueños y alcanzar nuestros objetivos. Hay miedos que son mentales, como la soledad, el no saber si regresarás y, si lo haces, si serás capaz de volver a adaptarte, perder a alguien de los tuyos, adentrarte por sendas inexploradas…Salir de la zona de confort y adentrarte en lo desconocido da miedo, pero también es estimulante: esa incertidumbre, esa novedad, la capacidad de sorprenderte te hace sentir tremendamente vivo. Todos somos exploradores, lo llevamos en nuestro ADN, es la historia de la humanidad, y por eso son tan importante la planificación, el entrenamiento, el estudio, la constancia, la disciplina, el trabajo en equipo. Cuando las cosas se ponen complicadas, respira hondo y mantén la calma, porque los nervios y la ansiedad nunca van a jugar a tu favor.
Brigitte Bardot me dijo que en los ojos de un animal encontraba a Dios. ¿Qué encuentras tú en la naturaleza?
En la naturaleza encuentro salud, belleza, equilibrio, fantasía, inspiración, fortaleza, conocimiento, paz, motivación, refugio, felicidad…La naturaleza es mi verdad entre tanto ruido, mi Maestra.
Después de haber visitado tantos países y ver culturas tan diferentes ¿Qué crees que es común a los seres humanos? ¿Son necesarias las banderas?
El ser humano es un animal simbólico. En el más allá, el mundo de las ideas, las ideologías, las filosofías, las religiones, somos todos diferentes y discutimos acaloradamente creyendo empuñar la verdad. Pero en el más acá somos todos muy parecidos: independientemente de tu procedencia, tu idioma o tu color de piel, todos necesitamos comer, beber, sentirnos seguros y ser felices en compañía de los nuestros. He atravesado caminando países musulmanes, hindúes, budistas, cristianos, y en todos me han abierto las puertas de sus casas y me han sentado a la mesa como uno más de la familia.
La raza humana es una, y el planeta es un ser vivo del que formamos parte y en el que todo está conectado. Es interesante descubrir cómo la risa es un lenguaje que se habla en todo el mundo, cómo el amor, la amistad, los miedos, los sentimientos son comunes en todo ser humano y en cualquier rincón del planeta. Las banderas no tienen por queé ser necesariamente un trozo de tela, pueden ser una ideología o una visión del mundo. El problema deriva cuando se intenta imponer a las demás. Encuentro más interesante aprender a convivir, sumar y enriquecer buscando lo que nos une y respetando la idiosincrasia de cada cultura, que el rechazo a lo que es diferente.
Las limitaciones suelen ser causa de inspiración para muchos y diría que incluso el miedo. Para ti ¿Dónde está el límite del ser humano?
Cuando el espíritu de superación y la búsqueda de la excelencia son máximas en tu vida, buscas tus límites y quieres superarlos. Cuando eres curioso y sigues los dictados de tu ADN explorador, las dificultades son retos, alicientes, estímulos para mejorar. Eso implica vencer resistencias, soltar lastre, afrontar miedos en un camino de autoconocimiento.
A nivel individual, cada persona tiene límites diferentes, lo interesante es conocerlos y trabajar para mejorarlos. A nivel colectivo, creo que la Humanidad no tiene límites, tenemos un enorme potencial físico, mental y espiritual por desarrollar. La historia de la humanidad es una búsqueda de conocimiento, una historia de superación constante, donde los límites tienen que venir marcados por unos valores que orienten nuestras acciones hacia el Bien Común.
Y cuando las ganas de abandonar llegan….
A lo largo de mi camino he vivido situaciones muy extremas que me han hecho querer abandonar, en otras ocasiones estás pasando penurias y te preguntas: “¿Qué hago aquí?”. Estar haciendo aquello que te apasiona te da motivación para afrontar dificultades, tienes un compromiso contigo mismo. Y saber que lo que haces tiene una trascendencia, saber que sirve para algo, también te da mucha fuerza.
A lo largo de mis expediciones, como en la vida misma, he aprendido que después de un día malo viene uno bueno. Hoy tienes hambre, mañana comerás. Hoy tienes frío, mañana estarás seco y caliente. Hoy estás solo, mañana estarás arropado. Y así ha sido, con esa mentalidad vas superando las dificultades.
El planeta llora, los campesinos son desplazados de sus tierras, los habitantes de las ciudades cada vez se sienten más solos ¿en qué cree que nos hemos equivocado?
En la falta de conciencia y de empatía. Hace unos días escuchaba una entrevista a Céline Cousteau, la nieta del famoso explorador Jacques-Yves Cousteau, donde decía que el problema del cuidado del planeta es la falta de conciencia. Los budistas creen que los 3 impulsos destructivos y que constituyen la causa de todo sufrimiento son la codicia, el odio y la ignorancia. Vivimos sin amor, esa es la clave. Durante la expedición que me llevó a dar la vuelta al mundo a pie le fui quitando capas a la cebolla del pensamiento, hasta llegar al núcleo, a la esencia: el Amor, la única verdad inalterable al paso del tiempo y la solución verdadera a los problemas. Necesitamos una educación fuerte en valores (en la escuela y a través de los medios de comunicación) que enseñe la importancia del amor y ponga el cuidado y el respeto a la vida en el centro. Vivimos desconectados de la naturaleza, vemos la realidad a través de una pantalla, hacemos fotografías al paisaje como si fuera una postal ajena a nosotros, y no somos conscientes de que nosotros estamos dentro del cuadro, formamos parte de ella.
¿Qué te importa de verdad?
Mi visión es una Humanidad de personas sanas, libres y felices viviendo en equilibrio con el Planeta. Y a tal propósito me dedico en cuerpo y alma.
Una entrevista de Ana Quintana