Estuvimos hablando con Vanesa Martín y nos dejó una preciosa entrevista, esperamos que os guste tanto como a nosotros.
Solo los años me han enseñado aquello que mis días serán incapaces de mostrarme. La experiencia es la única maestra sincera que tengo. Hasta ahora ¿cuál ha sido la mejor lección que te ha dado la vida?
La vida me ha enseñado que todo puede conseguirse, que todo esfuerzo más tarde o temprano tiene su recompensa y que nada de lo que ocurra, «mientras», por el camino es digno de perderse, sino al contrario. Soy consciente de lo que necesito para sentirme tranquila y feliz, del valor que tienen mis raíces y del poder que tienen los sueños.
Ortega y Gasset decía que la belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora. Al margen del arte o de su sentido artístico ¿dónde reside para ti la belleza?
En lo impredecible, en aquello que te lleva a pensar más de un rato, en los detalles más insignificantes, en lo que consigue traspasar tus barreras y se te instala dentro. Si hablamos de personas, en la actitud, en la viveza de unos ojos y los gestos nobles, en el No miedo y en las ganas de aprender.
“No te pude retener entre tanta multitud” dice una de tus canciones. ¿Cuándo un te amo no es suficiente aparece la música?
La música aparece cuando las palabras no son suficientes y necesitas desahogarte y arrancar de ti, de algún modo, aquello que te ronda las entrañas.
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No di el primer beso con la boca sino con los ojos y no te pedí perdón porque fue mi decisión y no era un sentimiento. ¿Es el amor una utopía?
No sé si es una utopía, lo que sí puedo decir que alguna vez se presenta como tal. Para mí el amor es el motor más fuerte que tenemos para seguir mirándonos a los ojos y respetando el espacio del otro, no me refiero solo al amor de pareja, sino a la vida, a tu madre, a tu hermano, a ti mismo, a la persona con la que compartes algún momento de tu vida, sea lo que sea. El amor te enciende la empatía y ya con eso es como poner el piloto automático casi. Lo demás son herramientas para hacerlo más o menos bonito. Besar con los ojos es maravilloso.
Te quito el aplauso y te siento en el escenario, tú, sola, frente a un hermoso mar, atardece y entonces ¿Quién es Vanesa?
Alguien que cree que queda mucho por hacer, que teme no estar a la altura y se juzga constantemente. Con bastante mundo interior y necesidad de silencios y soledades a veces. A veces me voy.
Honoré de Balzac decía que la resignación es un suicidio cotidiano. ¿A qué no te resignarás jamás?
Gran reflexión y gran verdad. Jamás dejaré de soñar y de pelear por lo que quiero, me parece justo y por los que quiero. Jamás me conformaré con perder el tiempo, a veces le faltan horas al día.
La idea de perder nunca me quitó las ganas de luchar por alguna causa que creí justa. ¿Por qué causas lucharías?
Casi que te respondo en la pregunta anterior. Sin lugar a duda por la expresión libre del ser humano, por el respeto a una sociedad que ve tambalearse tristemente su cultura. Lucharía por meter entre rejas a los que andan saqueando el país, porque el día de mañana mis hijos tengan oportunidades de crecer en la libertad y el progreso, porque hubiera más conciencia con respecto al abandono animal, soy madrina de la Protectora de animales de Málaga y es algo que me toca muy de cerca… y por mil cosas más… en definitiva por todo aquello que persiga un fin bueno, bonito y agradable para todos.
Entrevista: Ana Quintana
Entrevista para la revista Dehumano